De nuevo, como el verano pasado, la discoteca del hípico amaga con el incumplimiento de la legislación vigente con respecto a la contaminación acústica ambiental, alardeando, según indican en la prensa, de 20.000 watios de sonido. Con afán colaborador y con la buena intención de prevenir problemas de salud y medioambiente, desde aquí desearía hacer llegar a las nuevas autoridades del ayuntamiento, como vecino acústico próximo al ferial (digo acústico porque el verano pasado, y a pesar de vivir a 2 kms del recinto hípico, las noches en vela, con ventanas cerradas y calor sofocante, me tocó sufrir esos 20.000 watios de sonido al ritmo de djs subidos de escala y ritmos sudamericanos de perreo ), mi preocupación y la de mis convecinos con respecto a este tema para que, a quien competa, adopte las medidas necesarias para el cumplimiento de la normativa vigente.

Recomiendo tanto a los responsables del local como a las autoridades competentes que tengan en cuenta el Decreto 19/1997, de 4 de febrero de la Junta de Extremadura de Reglamentación de Ruidos y Vibraciones (Capítulo 3, artículos 12 y 13 sobre Niveles de Ruido y Vibraciones Admisibles) en donde explícitamente se determina que el ruido máximo permitido en horario nocturno es de 55 db, medida que, sin lugar a dudas, será sobrepasada noche tras noche por esos atronadores 20.000 watios de potencia acústica.

José L. Heras Pérez **

Cáceres