WLwa impresión del primer día de vigencia del carnet de conducir por puntos es incontestable: las infracciones graves y muy graves se redujeron en algunas comunidades incluso a la mitad en comparación con las que se contabilizaban antes cada día. Un inicio esperanzador, aunque pendiente de su consolidación en los próximos meses porque, como reconoció ayer mismo el director general de Tráfico, el primer día de aplicación de una norma coactiva siempre se impone la prudencia que dicta el temor. Veremos lo que dura. Superada la novedad, lo que debería permanecer es la razón de fondo de la aplicación de esta modalidad de convertir el carnet en un derecho provisional, sujeto al comportamiento de su titular. Hace años que se aplica en varios países de la UE, con resultados eficaces. En España, el incremento de la cuantía de las multas o la pérdida temporal del carnet no han servido, hasta ahora, para reducir la siniestralidad en calles y carreteras (4.500 muertos al año). Por eso la fórmula de restar puntos hasta que se pierda el derecho a circular en automóvil es la principal esperanza para reducir la mortalidad en la carretera. Más adelante, habrá que discutir si los criterios de pérdida de puntos son o no equitativos.