TEtl dolor del mundo está velado y oculto como nuestro ego superior.

Pero, cuando la vida de los hombres habla todos los vientos, tempestades y terremotos se convierten en palabras, que hielan la sonrisa de nuestros labios y derrite la cera de nuestros intereses, que taponan los oídos del corazón.

Cuando la vida llora ante el paso del tsunami con cerca de trescientos mil muertos y miles de africanos mueren en nuestros mares buscando la libertad, nuestras lágrimas se convierten en palabras y se nos abren los ojos y los oídos asombrados e impotentes ante tanto dolor. A treinta kilómetros de nosotros, Africa muere de hambre, sida, genocidio, desplazados, refugiados sin un sitio al que poder llamar hogar. La tierra minada de bombas rompe las piernas de miles de niños.

Pero gustamos más con oler el perfume de nuestro ambiente. Adormecidos por el bienestar pasamos insensibles ante nuestros armarios repletos de ropas y neveras a reventar.

El dolor del mundo sigue sonando en nuestros silencios, aunque sigamos metiendo gato por liebre , cuidando nuestras apariencias. Como los políticos y artistas seguiremos tiñendo las canas y haciendo liposucciones al estilo de Berlusconi y otros apaños... Tanta superficialidad aumenta más el dolor del mundo. La humanidad se parece a un mar de fugitivos, donde se aclama al fanfarrón como a un héroe, se da la bienvenida a los gobernantes con fanfarria y se le despide con gritos destemplados, para luego recibir con más fanfarria a su sucesor. Nuestras excursiones son siempre al exterior. Huimos de hacer viajes a nuestro interior y descubrir las ruinas y pinturas rupestres, que las experiencias de la vida o una mala información dejaron. Preferimos más vivir la placidez de una sordera bien administrada, que buscar en silencio lo más auténtico y hacer el trabajo del escultor: pulir los añadidos y encontrar las formas escondidas en lo profundo de nuestro ser, bajo la arena superficial de una cultura deformante.

Limpiar nuestro interior es dejarnos moldear e impactar por el clamor del pobre.

*Licenciado en Filosofía