WAwbertis acaba de cerrar un acuerdo de fusión con la italiana Autostrade de la que saldrá la primera empresa mundial del sector. Aunque ambas compañías mantendrán sus actuales estructuras, plantillas y activos, en Italia se han oído ya algunas quejas desde el mundo de la política porque la sede de la nueva sociedad estará en Barcelona y porque el holding conservará el nombre de Abertis. Tanto Isidre Fainé como Salvador Alemany, presidente y consejero delegado de la firma española, han tenido especial interés en subrayar que el intercambio accionarial será igualitario y que, en consecuencia, la integración puede considerarse neutra, sin protagonismo de ninguna de las partes.

La rapidez, efectividad y buen ambiente de esta fusión contrastan con la OPA de Gas Natural sobre Endesa, que desde hace ocho meses polariza la vida política y empresarial española. Una de las conclusiones que podría extraerse ya es que en este país no es viable una OPA hostil, por más razonable que pueda ser su proyecto industrial. Quizá es ése el mensaje que ha querido enviar la patronal catalana cuando se ha apresurado a saludar la operación de Abertis como un "orgullo para España y Cataluña".