La Comisión Europea ha dado una de cal y una de arena a España en relación con las medidas económicas puestas en marcha en los últimos meses para hacer frente a la crisis. El elogio del órgano de gobierno de la Unión fue por el programa de inversión en los municipios, aprobado en noviembre y que está dotado con 11.000 millones de euros. El conocido popularmente como plan Zapatero, al que se adhirieron la inmensa mayoría de ayuntamientos españoles, ha ocupado o está ocupando a unas 300.000 personas. Este dato relevante, junto con el hecho de que la inversión debe ser utilizada en proyectos de utilidad general, es lo que ha merecido el aplauso de la Comisión. En este sentido, Bruselas resalta que España es el país de la UE y de la zona euro que mayor esfuerzo presupuestario ha realizado para combatir la recesión: el 2,3% del PIB, frente a la media del 1,1% de los Veintisiete.

El envés del análisis económico español por parte de Bruselas es la crítica a la devolución de 400 euros a cada contribuyente, con la que el Ejecutivo quiso aumentar el dinero disponible por las familias e incrementar así el consumo y reactivar la economía. A juicio de la Comisión, esta medida ha contribuido a agravar el déficit público. La devolución de esos 400 euros y otros recortes fiscales aprobados el año pasado tendrán un coste de más de un punto del PIB, cuando sus beneficios apenas llegan al 0,75. En descargo del Gobierno, hay que recordar que esa medida fue aprobada cuando el impacto de la crisis era mucho menor. Con el nivel alcanzado por la recesión, hoy Zapatero no tomaría la decisión que Bruselas le reprocha.