Que sobre Extremadura todavía pesan los tópicos, es una verdad tan de Perogrullo que a ella también se le podría aplicar el adjetivo de tópica, pero que el tópico sea difundido por una editorial en una obra divulgativa, como es la Nueva Enciclopedia Temática del Estudiante de Ediciones Rueda, publicada con ínfulas de ser "de consulta imprescindible para el estudiante", es un escarnio insoportable. La realidad que sobre Extremadura pinta esta enciclopedia hace de ella un fraude educativo: basta tener en cuenta que los datos que recoge sobre la región son todo menos "nuevos": ¿qué año sería en que el 30% de la población activa extremeña se dedicaba a la agricultura? ¿desde cuándo la característica principal de la región ha dejado de ser el subdesarrollo y la pobreza? ¿Por qué no aparece en esa obra ni siquiera la autovía A-5, acabada diez años antes de que se imprimiera esta obra, ni el aeropuerto de Badajoz y que permitiría poner en duda el carácter de tierra incomunicada? Contenidos así reflejan que incluso entre quienes se sienten responsables de la transmisión de conocimientos con pretensión de educar no han hecho el esfuerzo de despejar la maraña de tópicos que hay sobre esta región. Que se encuentra entre las menos desarrolladas de España, sin duda; que tiene que mejorar en comunicaciones y que incluso debe bajar más el peso del sector agrícola (tres veces menos que el atribuye esta enciclopedia del estudiante) y ganar el industrial y de servicios, por supuesto. Pero de ahí a que lo que se enseña a los escolares es la visión que recogió Buñuel en 1932 va un trecho que Rueda, que tenía que empezar por retirar la obra del mercado, debería recorrer cuanto antes.