A los jefes de Paso, ayudantes, junta directiva y a todo el que por aludido quiera darse de la Cofradía Penitencial del Santísimo Cristo del Amor y Virgen de la Caridad.

Un año más, y esta vez por escrito, ahí van mis quejas de cómo discrimináis, por su estatura, a los hermanos cofrades. En ningún punto de nuestro estatuto he leído que para cargar con un paso, los hermanos de carga debamos medir 1,80. Si así lo queréis ponerlo, por favor. Los menos altos os lo agradeceremos, pues así dejaremos de presentarnos cada año con toda nuestra ilusión y volvernos a casa con sabor amargo. Sí, porque cada año los responsables de los pasos nos apartan a un lado, nos dejan sin sitio aun habiendo llegado los primeros, nos ignoran y desoyen nuestras voces pidiéndoles que organicen los turnos de forma que todos podamos cargar, sólo nos tenéis en cuenta cuando los más altos pasada la plaza desaparecen, entonces sí tiráis de nosotros.

No es justo, señores, acordaos de algunos años cuando no habéis tenido a tantos altos y los menos altos hemos llevado a nuestros pasos con dignidad, con amor, y con orgullo. Quizás estos hayan estado menos cerca del cielo, pero creo que de eso se trata, de que en estos días nuestros pasos están más cerca del suelo y nosotros más cerca de ellos.

Señores, no queráis ser los que más altos suban a los pasos, Jesús quiere estar a ras de suelo, con todos y sabed que a la hora de lucir nuestros pasos también sabemos hacerlo, sacando fuerza de donde sea y lo hacemos como el que más.

Pensad en ello, una herman muy dolida.

M. Luisa Jiménez Gómez **

Cáceres