Se ha confirmado el cambio que la historia necesitaba: un presidente negro en EEUU, del que espero pueda cambiar el país de arriba abajo, si le dejan, y no lo fastidien antes, como les ocurrió a los hermanos Kennedy, John y Robert, uno al ser asesinado antes de agotar su mandato y el otro cuando iba a ser nominado candidato. Recuerdo las palabras groseras de Federico Jiménez Losantos despreciando a Barack Obama y llamando "profesional" a Michelle, su esposa. ¿Profesional de qué, señor mío? Usted no ha conseguido convencer a la gente de que John McCain hubiera sido mejor; podría haber sido este un buen presidente, pero el legado infame de George Bush le habría marcado de por vida, y hace falta cambiar las cosas que no funcionan allí desde hace décadas. Europa da la bienvenida a Obama porque los presidentes del Partido Demócrata siempre se han llevado bien con el Viejo Continente, al contrario que los republicanos. El desafío de Obama en el poder será dificilísimo, como para cualquiera de sus antecesores: una economía hecha pedazos por ese capitalismo salvaje de neocons , el eterno, y que ya cansa, conflicto de Oriente Próximo --con una Al Qaeda temible, a cuyo lado la Alemania nazi quedaría como una banda de locos inofensivos--, los problemas sociales y sanitarios de EEUU y las relaciones con España y con Europa. Todos esperamos con impaciencia su debut en el cargo el 20 de enero del 2009, aunque los agoreros de siempre se preparan ya para atacarle. El tiempo dirá quién es el mejor, pero por clase y estilo, parece Obama.

Julián Juan Lacasa **

Correo electrónico