XHxoy viernes se celebra en Santiago de Compostela la cumbre anual entre España y Portugal. Esta cumbre ibérica es continuación de la que tuvo lugar el pasado año en Figueira da Foz. Es la cumbre de los estrenos, puesto que por primera vez Santana , como primer ministro portugués, y Rodríguez Zapatero , como presidente del Gobierno español tienen la oportunidad de gestionar adecuadamente la herencia recibida de Durao Barroso y José María Aznar y de proyectar hacia el futuro una nueva alianza ibérica para los más de 50 millones de ciudadanos de la Península Ibérica, el resto de Europa y América Latina. Las delegaciones de ambos países estarán integradas, en principio, por nueve ministros portugueses y siete ministros españoles. Tratarán asuntos que vienen de otras cumbres, el Mercado Ibérico de Energía Eléctrica (MIBEL), la unión ferroviaria por AVE, la lucha contra los incendios y otras cuestiones europeas forman parte de la agenda prevista.

Hay un segundo estreno, la participación en la cumbre de los presidentes de Andalucía, Extremadura, Castilla León y Galicia. Es un acontecimiento que no puede pasar desapercibido. Es la primera vez en los últimos 25 años en que los gobiernos autónomos cuyos territorios son fronterizos con Portugal participan de forma directa en la cumbre anual, expresión por excelencia de las relaciones internacionales bilaterales. Es más que un gesto, no es la expresión de un acto cordial ni debe ser una mera invitación coyuntural. Es la visualización de un nuevo tiempo, de la convicción profunda de que los gobiernos autónomos son parte del Estado y de que tienen que corresponsabilizarse en las políticas de cooperación y desarrollo. El enfoque no es contraponer o valorar quién mejor defiende los intereses de los extremeños en lo que nos afecta --ejecución del trazado del AVE de Madrid a Lisboa, lucha contra los incendios, etcétera--. La nueva perspectiva es que los gobiernos autónomos tienen que tener información de primera mano, poder aportar sus visiones sobre los asuntos que les afectan, porque en muchos casos serán los ejecutores o sufridores de algunos acuerdos de esta y otras cumbres. Algunos creemos firmemente que lo mejor que nos pasó a los extremeños en los últimos 100 años ha sido la posibilidad del autogobierno. No es un problema de identidad ni de conocer dónde radica la soberanía popular, porque perfectamente nos podemos sentir placentinos o pacenses, extremeños, españoles y sobre todo europeos.

Saldrán algunos para decir que es una operación de marketing, que se busca la foto, o que los presidentes autonómicos van de invitados , ¡qué torpes! Seguro que no es lo que busca Madrid ni lo permitirán los presidentes autonómicos. La voz y los intereses de los extremeños estará defendida por Ibarra y Zapatero. Comienzo requieren los asuntos importantes. Manzanilla para los que este formato les incomode. La cumbre anual con Francia es posible que tenga un formato parecido con la participación de los presidentes del País Vasco, Navarra, Aragón y Cataluña. Estamos en un nuevo tiempo, las fronteras interiores de Europa cayeron, durante siglos nos separaron, ahora hay que construir y vertebrar de verdad el espacio peninsular e impulsar una nueva alianza ibérica con proyección hacia el resto de Europa y América Latina.

Extremadura, en esta cumbre se estrena con la participación del presidente Ibarra, pero es vital avanzar en dos asuntos: El reto de la entrada en servicio del AVE Madrid a Lisboa en el 2010. Es el trazado prioritario de los cuatro decididos en Figueira de Foz. No es fácil cumplir el calendario, la fecha se debe mantener y la cumbre debe avanzar en cuestiones técnicas y sobre todo en calendarios de ejecución de proyectos, obra y financiación para todo el recorrido. Hay que pisar el acelerador para llegar a tiempo, porque para experiencia negativa ya tenemos el retraso de la entrada en servicio del AVE de Madrid a Barcelona. El segundo aspecto es la autovía de Navalmoral, Plasencia a la frontera lusa y desde aquí a Castelo Branco. Es la autovía de la esperanza para una zona norte extremeña que sufre la reconversión de la Política Agraria Comunitaria (tabaco, aceituna, ganadería, etcétera). Extremadura está haciendo los deberes en el lado español, es preciso que el gobierno de Portugal cumpla las promesas electorales y conviertan en autovía el trazado por carretera previsto (itinerario complementario) de Castelo Branco a Monfortiño. Es preciso que todos reclamemos a Bruselas fondos para hacer realidad lo antes posible esta infraestructura. Así lo acordamos en el II Encuentro Transfronterizo de la Beira Interior y Sur y Norte de Extremadura el sábado pasado en Castelo Branco. Esta autovía es otra puerta al oeste y es buena para toda Extremadura, para España y para Europa. Los presidentes en la cumbre tienen y la responsabilidad de responder a las expectativas creadas para vertebrar por AVE y autovías las regiones fronterizas.

*Coordinador General del Movimiento Social por la Universidad