Ahora que se cumplen 35 años de la constitución de la Asamblea de Extremadura, casa de todos los extremeños, se me viene a la cabeza un número: Treinta mil. Dos únicas palabras que encierran una realidad palpable. Son 30.000 los militantes que hoy tiene el Partido Popular en Extremadura. 30.000 hombres y mujeres que han dado lo mejor de sí mismos durante estos 35 años para ser útiles a los extremeños, para ofrecer una alternativa que mejorara la vida en nuestros pueblos. Y no me sobra nadie.

Yo he conocido decenas de casos de estos 30.000 militantes que han sufrido, y mucho, por defender unas siglas, unas ideas, unas creencias, un proyecto. A algunos le han quemado los coches, nos han tirado cócteles molotov contra nuestras sedes, muchos no han podido acceder a un puesto de trabajo en un ayuntamiento sencillamente porque «eran del PP». Ni ellos, ni sus familias. A ver qué culpa tienen… En esta tierra ha habido mucha represión. Mucha. Ser del PP era estar en una Galaxia.

Pero si no te complicas la vida, otros te la complican. Con esa frase de José Antonio Monago se resume lo que muchos de esos 30.000 militantes en Extremadura pensaron en su día para afiliarse al mayor partido de España. Sí, el partido que más apoyo tiene, en militancia y en las urnas. Porque hay que recordar que el Partido Popular es el partido con mayor número de afiliados de toda Europa. Y el partido que más votos obtuvo, de manera incontestable, la última vez que se pusieron las urnas en Extremadura. Y no hace ni dos años de eso. Aquí no sobra nadie. No. Sobran, y de hecho ya no están en este partido, todos esas personas que no fueron diligentes en su actividad. Que se aprovecharon del cargo para su beneficio personal. Y de esos no solo los hay en el PP. También los hay en PSOE, Ciudadanos, Podemos, IU, Equo, Compromís, y un largo etcétera. Quien esté libre de pecado….

Pero no se puede sentar cátedra sin conocer la realidad de Extremadura porque, simplemente, Extremadura no es una Galaxia. No. Porque Extremadura son sus pueblos, sus gentes. Gentes entre las que están esos 30.000 militantes del PP que trabajan a diario por el bienestar de sus vecinos, por dar respuesta a sus problemas, por mejorar los servicios públicos. Porque todo funcione correctamente en el día a día. En definitiva, porque en un pueblo, ahora que nos está lastrando un éxodo juvenil tremendo, uno pueda tener un proyecto de vida y de futuro. Eso no se hace si creemos que somos una Galaxia. Se hace en los pueblos, en el trabajo diario, en la defensa de un proyecto de región que sigue vivo. No hay derecho a enterrar un proyecto político afirmando que el PP «no cumple la misión para la que fue creada». Lo cumple y con creces. Tenemos alcaldes, concejales, trabajadores, que se dejan la piel a diario, durante muchas horas, y en muchos casos sin cobrar un duro, y que cumplen esa misión. La de ser útiles a la vida de la gente.

Por mucho que algunos pretendan la desbandada general hacia otras opciones políticas, los militantes y trabajadores del Partido Popular estamos muy orgullosos de un partido que ha defendido la unidad de este país, que ha defendido la democracia para que algunos que hoy rememoran tiempos pasados, puedan expresarse con total libertad. Orgullosos de compañeros que se han dejado la vida, literalmente -con tiros en la nuca incluidos--, por el proyecto de país que siempre ha defendido el PP. No es hora de licenciar al PP. Sé que muchos lo pretenden. Es el tiempo de los valientes, de los políticos de raza. Es hora de que los que han defendido unas ideas puedan seguir haciéndolo con más ímpetu si cabe porque los garbanzos negros salen de este partido con la misma rapidez con la que un juez les acusa. Porque nadie tiene la culpa de lo que hagan otros. Porque en este partido se habla con la razón, pero también con el corazón. Porque este partido es mucho más grande que cualquier dirigente. Las personas pasan, pero el proyecto sigue estando ahí.

El PP no está caduco. Aquí hay mucha ilusión, mucho trabajo y mucha esperanza. Esperanza en el futuro. Esperanza en un partido que ha ayudado a sacar a este país de la crisis económica en las dos ocasiones que los españoles le dieron ese encargo. En un partido que crea medio millón de puestos de trabajo al año. En un partido que ha ayudado, ayuda y ayudará a construir una España mejor. Ahí es donde radica la realidad de esos 30.000 militantes que no sobran. Igual los que sobran son otros, anclados en una Galaxia desde donde no son capaces de ver la auténtica realidad de Extremadura.

*Jefe de prensa del PP de Extremadura.