Escritor

La plétora que se incuba alrededor del fútbol es la que produce la propia sociedad. Sánchez Dragó se horroriza del fútbol, y yo me horrorizo con Sánchez Dragó. Otros se horrorizarán conmigo, y Alvaro Valverde se horroriza de doña Consuelo Piris, menos Pecellín que se horroriza de Rodríguez Ibarra, y así haríamos combinarias sin límites. El que no se horroriza de Campos, es Saponi, y se sienta junto a él como si fuera un hermano más. ¡Olé Saponi!

Ahora que tenemos el ejemplo de Campos, recorramos la fauna de los que están en la burbuja del fútbol. Jesús Gil, se lleva la palma y tal y tal... Miremos a su señora que se crió a los pechos de los turrones Mira, muy considerados en Madrid, donde si no te comes uno no pasas bien las Navidades. Después está Florentino Pérez que parece como si dejara ayer de tocar la flauta en una banda de música de Torrejón de Ardoz. Lendoiro con los carrillos hechos de lacón y grelos. En Portugal y en el Benfica ha habido elecciones. Un aspirante de chico se saltaba la verja del zoológico de Lisboa para apañarle las monedas al elefante. Un dato. Comienza a trabajar a los 12 años y no sabemos si es antes o después de robar al elefante. Su carrera es fulgurante, aunque no llega a la de algunos que acompañan a Sampaio. Después es un calco de Jesús Gil, triunfando en las inmobiliarias, levantando un imperio. Antes ponía neumáticos, llegando a conquistar el título de Gadafi de los neumáticos , que no está nada mal. Tiene una hermosa cualidad que le enaltece. No puede ver la pena a su alrededor y llorar por cualquier cosa. Se fue con su esposa y su hija de vacaciones y tuvo que poner el fax en la mesilla de noche y el teléfono pitando a todas horas. Pero no se suicidó. Otro de los aspirantes cuentan los periódicos que está babado pela neta Catarina , pero así está mi amigo Emilio, completamente babado. Una curiosidad es que todos estos personajes son de centro. Sí, si alármense. ¿Cuándo en Operación Triunfo habrá la canción Todos al centro ? Ah, y otro está escribiendo un libro de poesía, con lo que se pone de manifiesto lo que ya nos temíamos, que para ser poeta, antes hay que ser un poco analfabeto. La poesía o nace de lo pastoril, o nada.