La detención de otro menor de edad relacionado con el asesinato de Ronny Tapias ha permitido a la policía anunciar que da por concluida la parte principal de su investigación. En la versión oficial, se trata de una banda organizada que había decidido dar un escarmiento a Ronny porque el chico había discutido con uno de ellos con anterioridad. Dada la nacionalidad de los detenidos --ecuatorianos, colombianos y dominicanos--, hay interés en determinar si el presunto asesino pertenece a los Ñetas, grupo menos conocido que los Latin Kings. Puede servir para concretar responsabilidades, pero la distinción no hará variar la cuestión de fondo: algunos jóvenes de países latinoamericanos, cuyas familias llevan pocos años afincadas en Barcelona, han elegido el camino de la banda callejera en lugar del que tomó la familia de Ronny Tapias: la integración en la sociedad de acogida.

La resolución del caso, que el juez debe confirmar, es un alivio para la familia y la comunidad educativa donde estudiaba Ronny. Pero no cierra el debate abierto a raíz del asesinato: la seguridad ciudadana y la integración de los inmigrantes extracomunitarios no debe dejarse sólo en manos de la comunidad educativa.