Tony Blair, primer ministro británico, está en medio de una tormenta política por el caso de las confidencias del científico David Kelly, luego hallado muerto, a la BBC. El escándalo afecta a muchas personas, pero la principal es Gavyn Davies (Zimbabue, 27-11-1950), presidente de la corporación pública británica desde septiembre del 2001. Su nombramiento provocó las protestas de los conservadores, ya que le consideraban muy próximo al Gobierno laborista. Ahora él resulta el máximo responsable de unas informaciones que están afectando a sus amigos en el Gobierno.

Multimillonario, pues su fortuna alcanza los 150 millones de libras esterlinas, Gavyn Davies es un gris economista que efectuó diversas donaciones al partido laborista. Su mujer trabajaba como secretaria particular de Gordon Brown, canciller del Exchequer, y el matrimonio mantenía muy buenas relaciones con los responsables máximos del laborismo.

En principio, la presidencia de la cadena BBC, gigante informativo con 24.000 trabajadores, es un trabajo cómodo. Sólo ocupa cuatro días a la semana y puede compatibilizarse con otras tareas. Resulta como una sinecura y quien ocupa el cargo tan sólo debe vigilar para que no surjan problemas para los políticos que le han nombrado. Algo, evidentemente, que no hizo Gavyn Davies.