TUtltimamente se están poniendo las cosas muy fáciles para los guionistas y montadores de los programas de noticias en los canales de TV, para los que se encargan de los radiofónicos e, incluso, para los maquetadores de los periódicos, en sus secciones de Información Nacional y casi también en la Local. El truco consiste en conocer de antemano los proyectos de Ley que piensa presentar el Gobierno en el Congreso de los Diputados; las nuevas reformas que se están cociendo en los despachos más oscuros y remotos de los diversos ministerios y los recortes que ya tiene sobre la mesa las distintas administraciones para subir impuestos, tasas, recargos o primas que habrá que pagar para seguir los españoles malamente sobreviviendo.

Luego --eso sí-- tendrán que enviar corresponsales, fotógrafos, encuestadores y quizá algún tertuliano, para recoger la infinidad de huelgas, protestas, manifestaciones, escrache, gritos e insultos que se van a producir en todas las ciudades y pueblos de España. Pues, casi inevitablemente, las acciones de nuestro actual Gobierno van seguidas de levantamientos y griteríos callejeros; a los que ni siquiera se les hace caso.

Lo más lamentable es que estas medidas que tanto irritan y perjudican a la sufrida gente corriente --la que se echa a la calle con toda la razón del mundo, para correr delante de la policía-- se repiten también en las capitales autonómicas; en las que los acólitos y cofrades del mismo gobierno procuran duplicar y remachar los mismos decretos y reglamentos centrales para tapar, igualmente, los grandes agujeros abiertos en sus cuentas a causa de la mala gestión, de las burbujas correspondientes a su torpeza y a las corrupciones que, descuidadamente, suelen colarse entre los hilos del tejido político.

XANTIGUAMENTEx se solía llamar a Madrid rompeolas de España, por su cualidad de parapeto de los gestores públicos de turno para defenderse de los ataques populares. En donde se estrellaban --contra los "grises" y contra los "municipales"-- las mejores intenciones de la ciudadanía para obtener audiencia y justicia. Hoy, los madrileños presumen de ser dónde se forman esas olas de irritación ciudadana. Quienes las promueven e inician, con el concurso de muchos otros españoles, que escogen el bonito y luminoso escenario de la Puerta del Sol para levantar esas "olas" de reivindicación o de protesta, y que se les escuche y se les vea en el resto del País.

Así es que los programas de noticias, las entrevistas con unos y otros para que justifiquen sus actitudes, las "tertulias" radiofónicas en las que se desbarra sobre lo divino y lo humano; y los Editoriales de los medios escritos más forofos y decantados por las tradiciones hispanas, son ahora mucho más fáciles de programar, diseñar y poner en antena ilustrándolos con opiniones de los participantes, tomadas al vuelo; con imágenes grabadas por los móviles o con vistas panorámicas de cada riada de ciudadanos sobre la que se pueda decir que fueron tres mil o treinta mil, sin ser llamado exagerado ni manipulador.

En este último año y medio, las tareas de estos dilectos periodistas y redactores se ha simplificado --si cabe-- mucho más; pudiendo llenar páginas, programas hablados o tertulias televisadas casi sin moverse de su sillón habitual. Especialmente, cuando las nuevas tecnologías de la comunicación y de la difusión de imágenes llega ya hasta los últimos rincones del país y sus aledaños.

Horas enteras se puede estar enfocando las playas y fronteras de Ceuta y Melilla; y así ya tiene completados varios telediarios durante semanas. Cuando se haya terminado el tema de las protestas en Gamonal (Burgos), puede seguir con las continuas manifestaciones de los desahuciados en cualquier capital de provincia; y cuando este asunto comience a cansar a la audiencia, enfocar hacia los estudiantes que protestan y gritan contra la "Ley Wert" en todos los distritos universitarios del país. También puede filmar noticieros en las animadas manifestaciones de médicos, enfermeras, personal sanitario, y hasta en las reclamaciones ilegales de la Guardia Municipal.

En estos últimos días llegaban hasta el rompeolas de España riadas de hambrientos, de gentes que han perdido sus medios de vida, de padres de familias humildes y trabajadoras que buscan de nuevo su Dignidad --nazis de inspiración griega de Amanecer Dorado, según un dirigente del PP-- a solicitar un mínimo de justicia y de igualdad... ¡Cuando los noticiarios son todos de protestas y de riadas de descontentos o de ciudadanos defraudados, algo se está cociendo mal en la España de los grandes despropósitos!.