Escritor

Se hablaba mucho del silencio de Dios, pero hay veces que no necesita hablar. Lo que pasa también es que cuando castiga se pasa, como ha sucedido con la marea negra o de fuel o de lo que sea, pero muy viscosa la cosa y muy negra.

El castigo además parece bíblico, como si dijera, os dí otras oportunidades y no me seguísteis. Quisísteis a Fraga, y no estaba bien que yo diera la nota, y lo votásteis y ahí está el castigo bíblico. Los tuvísteis gobernando durante siglos y porque Roldán fuera malo, castigásteis a los españoles. No fue justo. Seguísteis los dictados de Luis María Anson y Pedro J. Ramírez, y ese no era el buen camino. Ese petrolero que se ha roto, andaba por todo el mundo y podía haberlo roto en otra parte, pero Fraga me tenía un poco harto con la ofrenda a Santiago. Tengo que decírselo. Santiago ya no pinta nada. Es uno más, pero él se cree muy importante, pero no lo creáis. La prueba está con el Prestige , que pudo sacar el caballo blanco, como hacía contra los sarracenos y no ha movido un sólo dedo. Pudo él ir a recoger el alquitrán y no ha hecho nada. Hay una costumbre española de poner los santos en las medallas de hijos predilectos y no es eso. Los santos son los santos y yo soy yo. Y yo no me dejo llevar, porque después todas las mujeres quieren un novio funcionario de la Xunta de Galicia y eso no puede ser.

Bueno, el caso es que por mandar un castigo a la soberbia de Aznar, me he pasado y además me he pasado un montón, porque no creí jamás que en la panza de un buque se pudiera meter tanto fuel. Y lo siento, pero la boda de la hija casi me llevan los demonios. También es cierto que nunca creí que fuérais tan ineptos, pero a nadie se le ocurre llevarse el barco un poco más lejos para que volviera el combustible... Estoy anonadado. Bueno, que sepáis que existo, que me equivoco también, y que no seáis tan sentimentales.