TEtl presidente Ibarra quiere ideas. Ha creado un nuevo impuesto a los militantes del PSOE: además de cuota, ideas. Al menos una al año. Muy duro. Si lleva la exigencia a sus últimas consecuencias es posible que el partido cierre. Y es que una idea es una cosa realmente difícil. Einstein le preguntó a un amigo para qué quería la libreta que siempre llevaba consigo. Para apuntar las ideas que tengo, le respondió éste, puntual. Yo -- dijo el genio--, no tengo más que una y la veo relativamente.

Ibarra pide un torbellino de ideas, un brainstorming, para establecer una especie de banco de ideas y tirar de nuevas recetas. Tan novedoso proyecto pudiera, de entrada, dar la vuelta, en esta tierra de carencias, al viejo axioma latino del primum vivere, deinde philosofari . Pero vamos, si por ideas es, Felipe González puso en órbita una que en política no atrae, alimenta: lograr que España funcione. Si pudiéramos aprovecharla y poner a funcionar bien cuanto tenemos, tal vez pudiéramos estar de momento salvados del estiaje mental. No suena mal: Extremadura, república noética, siempre que la vida de la noosfera no nos paralice la acción y nos suceda lo que a Arquímedes, que enfrascado en sus ideas, no se percató de que los romanos estaban en la cocina desvalijándole la casa.

*Filólogo