La conmemoración de las bodas de plata de la Feria de la Bicicleta le ha devuelto nuevamente a la actualidad cacereña como impulsor de esta idea junto al actual concejal de Festejos del ayuntamiento, Teodoro Casado, el tándem cacereño más popular y viejos compañeros en la anterior corporación. Ignacio Soler pertenece a la saga de los ´Pope´, de ahí su mote, del que siempre lleva a gala y que, originariamente pertenecía a uno de sus hermanos, como él, ´auténticos fiebres´ del ciclismo. Funcionario de la Cámara Agraria, ya jubilado, su vida pública se inició en el seno del movimiento vecinal, ocupó la vicepresidencia de la Coordinadora vecinal y fue vicepresidente de Llopis Ivorra. El alcalde José María Saponi lo reclutó para la política. La figura de éste y su cacereñismo , más que el programa del partido, animaron a Ignacio Soler a incorporarse a las filas del PP. Finalmente ocupó la Concejalía de Obras hasta 1999. Aunque su nombre ha sonado en las últimas semanas como posible miembro de alguna lista electoral, lo cierto es que de momento ha decidido aplazar su vuelta al ruedo político, donde dice enorgullecerse de haber ganado más amigos que enemigos.

Ignacio Soler nació hace 67 años en la calle Postigo y, junto a su mujer, sus tres hijos y nietos, la bicicleta ocupa un lugar importante en su álbum más familiar.