WEw l juez que lleva el sumario sobre el accidente del avión de Spanair prohibió que se tomaran imágenes en el lugar de la catástrofe y a las televisiones que difundieran las que llegaran pese a todo a sus manos. Solo la policía científica fue autorizada a grabar y fotografiar la zona cero del aeropuerto de Barajas, para que las imágenes pudiesen ser incorporadas al sumario.

La prohibición se extendió igualmente a los equipos de televisión de los equipos de emergencia, pero lo que motivó el enfado del juez, que llegó a calificar de "bochornosa" la situación, fue que algunos de los integrantes de los servicios de socorro tomaban imágenes con móviles personales o con cámaras domésticas, presumiblemente, se temía el magistrado del caso, para comerciar con ese material.

La Guardia Civil requisó entonces hasta 18 teléfonos y cámaras domésticas. Aunque no todos pudieron ser intervenidos, porque algún medio de comunicación ha difundido imágenes del lugar de los hechos, si bien no se han visto tomas con restos humanos.

Y esto nos lleva a una reflexión inicial: el personal de emergencia está para atender a las víctimas, no para tomar imágenes, ni siquiera para su uso personal y mucho menos para comerciar con ellas.

Hizo bien el juez en actuar ante esa situación, efectivamente bochornosa. Pero cosa distinta es que prohibiera a las televisiones difundir, a priori, imágenes que les pudieran llegar, ejerciendo en nombre de una concepción expansiva del secreto de sumario una especie de censura previa, en lugar de apelar al sentido de responsabilidad de esos medios informativos para que se abstuvieran de difundir imágenes que pudieran ofender a los familiares de las víctimas de tan desgraciado accidente aéreo que ha conmocionado a todo el país.

A esa misma filosofía censora responde que se haya prohibido a la prensa acercarse hasta el lugar donde se desencadenó tan terrible accidente, lo que ha impedido informar sobre el terreno de lo que hay, que es la tarea que en estos casos la sociedad demanda de cualquier medio de información responsable.

EL PERIODICO EXTREMADURA y otros diarios han publicado imágenes aéreas, emitidas antes por televisión, que no son morbosas e ilustran mejor que mil palabras el trayecto que siguió la aeronave una vez que había tocado tierra de forma definitiva. Técnicamente pueden ser imágenes prohibidas.

En los años 80, un juez de Baleares decretó el secreto del sumario por un incendio, pero se le fue la mano: prohibió a un diario que publicase las fotos que habían captado lícitamente sus periodistas destinados a la zona. El Tribunal Constitucional puso las cosas en su sitio y sentó jurisprudencia sobre los límites del secreto sumarial.