Ingrid Rubio (Barcelona, 2-8-1975) es una actriz acostumbrada a que sus películas se estrenen varias de golpe. En esta ocasión, con Noviembre, dirigida por Achero Mañas, le han dado una tregua para poder disfrutar sin dispersión. Pero no demasiado. Desde que en 1996 debutó en Taxi (cuya interpretación le valió una mención especial en el Festival de San Sebastián), ha ido a una media de más de dos filmes por año, que ya es. Fue Carlos Saura quien la escogió entre más de 300 aspirantes. Ingrid se había presentado al casting inducida por un representante de actores que la había visto en el culebrón de TV-3 Secrets de família (Secretos de familia).

Y pensar que todo empezó cuando Ingrid hizo un curso de interpretación teatral de seis meses en un centro cívico de Barcelona, casi por causalidad, ya que lo que más le gustaba era moldear cerámica... De allí pasó a protagonizar algún anuncio, hasta que Sergi Belbel se fijó en aquel rostro en el que alguien ha querido ver una mezcla de Ana Belén y Amparo Muñoz cuando eran mocitas. Con Belbel le llegó el papel de Marta, la novia dieciochoañera de un artista en la telenovela antes citada. Con el Goya de actriz revelación por Más allá del jardín, de Olea, se confirmó su buen inicio. Todavía le falta un bombazo como el que dieron Pilar López de Ayala en Juana la Loca y Paz Vega en Lucía y el sexo. Ella lo sabe y seguro que lo espera.