Magistrado

Este mes de diciembre ha sido el peor de la última década en cuanto al número de muertos y heridos graves en accidentes de tráfico. Se debe combatir este inadmisible índice de siniestralidad, y para ello este mes entrarán en vigor nuevas normas legales que amplían el abanico de sanciones contra conductores temerarios. Una buena noticia si no fuera porque la normativa otorga un excesivo margen de arbitrariedad en manos de la policía.

Inmovilizar temporalmente el vehículo de quien conduzca sin seguro o sin carnet es un ejemplo positivo de la reforma, pero autorizar a los agentes a que retiren ipso facto el permiso a quien presente síntomas de no estar en condiciones de conducir es demasiado genérico y permite abusos inaceptables en un Estado de derecho.