Las acertadas consideraciones acerca de los Jedes, que el señor Adalid plasma en uno de sus artículos, me satisfacen en cuanto que coinciden con mis observaciones. Los alumnos que no pueden seguir el currículo estandarizado suelen presentar problemas conductuales y, en demasiadas ocasiones, no permiten al grupo-clase obtener todo el rendimiento que pudiera esperarse. Sin embargo, estos alumnos muestran una afabilidad y diligencia extraordinarias cuando se les solicita su ayuda para realizar otras tareas del centro. Su voluntarismo es digno de reseñar y sus caras de satisfacción, dignas de ver. Muchos docentes tratan de inútiles a este tipo de alumnos. No se dan cuenta de que si se les ofrecieran otras opciones adecuadas a su caso particular, se sentirían los más felices del mundo. ANA MARTIN BARCELONA. Cáceres