En muchas ocasiones los periodistas no valoramos en su justa medida el trabajo de los corresponsales. La ingenuidad de sus textos, el desconocimiento de las reglas del juego de los periódicos, a veces nos hacen sonreír mientras convertimos sus escritos en información publicable. Pero los corresponsales son los informadores más pegados al terreno, los que después de escribir se las ven día a día con vecinos y alcaldes. Me acuerdo en este momento de Eustasio López, eterno corresponsal nuestro en Valencia de Alcántara. En el último libro de Juan José Benítez llamado Solo para tus ojos, destaca el gran trabajo que realizó Eustasio, especialmente el relacionado con el mundo de los ovnis.

Benítez visitó a Eustasio durante años y se refiere a él con cariño: «Era un excelente y prudentísimo investigador del fenómeno ovni. Cubrió la comarca de Valencia de Alcántara. Eustasio y yo compartimos mucha información». Explica que tras su fallecimiento, sus informes pasaron a Pedro M. Fernández, otro veterano investigador de campo que ha salvado parte de su trabajo. Recuerdo hace muchos años cuando en la sede de Camino Llano, llegó una carta de Eustasio (ni internet, ni nada, los corresponsales escribían cartas a máquina) donde narraba una abducción en Valencia de Alcántara, con dibujo del alienígena incluido, cabezón, enano, gris y de ojos como almendras gigantes. En el último libro de J.J. Benítez, Eustasio, es citado en tres capítulo, siendo el más nombrado de todos los investigadores a lo largo de sus casi 800 páginas. En el primer caso que analiza habla de un objeto triangular que sobrevuela la ermita de Los Remedios y después se dirige a Marvao. Fue en 1993. Un año después Eustasio investiga un avistamiento camino del caserío de San Pedro de los Majarretes. Manuel Ordiales, su hijo y otros testigos ven un ovni ovoide que emitía rayos que nunca llegaban al suelo. En el libro también se da cuenta de un caso en Malpartida de Cáceres, carretera N-521. José Leal Nevado, junto con su hijo fue perseguido en su vehículo por una típica nave con forma de plato y con paneles luminosos que se esfumó. Otros casos en Extremadura de los que habla el investigador navarro son por ejemplo el de Valdehúncar, en el que un matrimonio ve una bola de fuego entre encinas. Conocí a Eustasio López y era sobre todo una persona apasionada por todo lo que hacía y por dar a conocer a su tierra. Pasión que muchas veces nos falta a los periodistas con las bendiciones universitarias. Desde entonces cuando tengo que corregir los textos de cualquier corresponsal lo hago siempre desde la comprensión y el respeto. Refrán: Cuanta más luz más misterio.

* Periodista