WEwl Tribunal Superior de Justicia de Extremadura (TSJEx) ha ordenado a la Junta que valore los terrenos donde se encuentra la Siderúrgica Balboa para que puedan recomprarlos quienes fueran sus propietarios cuando esos terrenos fueron expropiados para regadíos en 1966. Este auto estuvo precedido por otro en el que el mismo tribunal instó a la Junta a que decidiera ella misma cómo iba a hacer cumplir una sentencia del Supremo en la que se fallaba que los terrenos deberían revertir a los antiguos propietarios. El Ejecutivo regional no decidió nada y, ahora, el TSJEx le indica el modo de hacerlo. Existe, por tanto, la posibilidad teórica de que una empresa con la importancia económica de Siderúrgica Balboa --es la principal factoría de un grupo que factura 540 millones de euros anuales--, tenga que ser desmantelada. Hay que confiar en que no vaya a ser así por el daño social que ello supondría a la región. Por ello, causa extrañeza que cuando ayer el vicepresidente de la Junta, Ignacio Sánchez Amor , se refirió a este asunto ante los medios de comunicación desaprovechara la oportunidad para tranquilizar a todo el mundo diciendo qué es lo que se propone hacer para enderezar este embrollo y despejar el futuro de la empresa y de sus 500 trabajadores, que es lo importante.