TQtuién será el aguerrido lector que sea capaz de leerse el libro del expresidente español José María Aznar contando todo lo que ya sabemos? Es y será un gran misterio.
Pero en esa esotérica lectura, nos queda otro misterio por desvelar, porque de ese libro y otros que esperan ser tejidos por nuestro José Mari, va a percibir una cantidad no menor de cien millones de las antiguas pesetas.
Después observo la cola que tiene de lectores para la firma del libro y son unas viejas tontas que no han leído jamás un libro más allá de las recetas de cocina en Hola y Telva.
Alguna, incluso, no puede ocultar su fascismo interior ante el amante que los firma.
Han sido los mejores años de sus vidas y una vieja meona deja caer el odio que siente por José Luis Rodríguez Zapatero, que alguien a su lado tildó de luciferino.
En vista del éxito, José María Aznar se va a ver a su amigo George W. Bush, y hay que imaginárselos a todos en el despacho oval de la norteamericana Casa Blanca:
--Qué canallada.
--Tranquilo, "Ansar", le dirá Bush...
Por lo menos Bill Clynton, cuando estaba deprimido, llamaba a Mónica Lewinski, pero Bush a quién llama: a su mujer, a su madre, a Aznar...
Y todavía nos faltan los libros de Bush, por los que se pagará una millonada veinte veces superior a la de "Ansar"...
Pobres ferias de los libros del mundo, con estos gansos del Capitolio metidos a ejemplares cervantinos.
*Escritor