Los Juegos Olímpicos han vuelto, y con ellos su repercusión mediática, no siempre tan positiva. Muchos medios se llenan de titulares del estilo 'La lista de buenorras internacionales en los Juegos Olímpicos de Río', cargados de machismo. O fotos como la que se ha hecho viral del partido de voley playa femenino entre Egipto y Alemania: dos atletas, dos países, dos culturas y un mismo deporte. Hay machismo, y mucho, desde todos los ángulos. Una jugadora es obligada por una religión a taparse hasta las orejas mientras practica un deporte, y la otra ve normal enseñar en los deportes de playa. En definitiva, en pleno 2016, tanto la religión como las costumbres machistas juegan un papel muy importante. Y así, unos centímetros de tela o el hecho de estar más buena parecen ser más importantes que cuatro años de esfuerzo y dedicación.