Escritor
Fue presidente de la Junta Preautonómica de Extremadura, y en el poco tiempo que estuvo demostró tener unas maneras y una sensibilidad excepcional, dotados de serios conocimientos de esta tierra y muy conocedor de sus entrañas, como lo demuestra en su novelita Los mediero, que no es una novela sobre mi familia, sino sobre esas gentes que trabajan el tabaco, al que Manolo, como ingeniero agrónomo y productor del mismo, ha estado entregado de por vida, hoy con mala imagen el tabaco por causas de todos conocidas, pero a mí nadie me quita de fumar un habano de vez en cuando y, sobre todo, si es un Hoyo de Monterrey (doble corona), un placer que sólo dioses muy escogidos pueden, de vez en cuando disfrutar, y yo sin serlo, también. Bien.
Pues esa novela que él escribió hace algún tiempo, me invitó a llevarla al teatro, cosa que en principio yo consideraba imposible, pero que el tiempo y la tozudez de Manolo han conseguido, y hoy, por fin, ya puedo decir que esa adaptación ya está finalizada, y además muy orgulloso de poder contarlo, después de la zozobra que supone realizar un trabajo donde el autor primero no se sienta traicionado, ni el segundo tampoco. Creo que hoy, con la obra de teatro Los mediero, Manolo Bermejo y yo hemos logrado, con una gran simpleza y teniendo como hilo conductor a dos familias veratas, hacer un retrato de dos épocas, la que va de la dictadura a las libertades, con las luces y las sombras que nos han acompañado en la segunda mitad del siglo XX, todo eso adobado del mejor humor de Manolo, en el arranque de esas dos familias que, cual Capuletos y Montescos, dirimen sus diferencias entre el Gabi y la Emilia, con Julieta esta vez preñada, y paralelamente junto a ellos corre la vida con una pareja de la guardia civil, que yo creo que es la sorpresa de estos mediero, junto a don Fidel el cura, sin el que no es posible que haya vida española auténtica en que se libre de la sombra de la Iglesia Católica.
Creo que hemos logrado hacer algo además útil, que aunque parezca mentira es lo más importante. Que Manolo Bermejo se una a mi obra general me produce verdadera emoción y ojalá veamos esta obra en pie.
