Más de cien partidos como internacional. Capitán del Barcelona. Técnico del equipo azulgrana de baloncesto en alguna situación límite. Entrenador del Cáceres durante cinco temporadas en dos etapas distintas, la última negativa. Son retazos de la vida deportiva de Manuel Flores Sánchez (Mérida, 23-7-51), un hombre que acumula una biografía tan densa como fructífera. Desde ayer, ésta se completa con su nombramiento como gerente de la sección de basket del club catalán, en el que ejercía en los últimos tiempos como ayudante del técnico balcánico Svietislav Pesic .

Flores , por encima del jugador o el entrenador que fue, ha sido siempre una persona muy respetada allá donde ha ido. Se lo ha ganado a pulso. En Cáceres logró el hito de la mejor clasificación de la historia del club en la ACB --quinto-- y le llevó a las semifinales de la Korac y a la final de la Copa del Rey. En su Mérida natal donde, como en Cáceres, tiene grandes amigos, le nombraron hijo predilecto. Dotado de un temple especial, está ante un nuevo reto, el de los despachos, que también llevará con su proverbial mano izquierda, que usa como un gran maestro.

JOSE MARIA ORTIZ