El genio del mimo Marcel Mangel (Estrasburgo, Francia, 22-3-1923), mundialmente conocido como Marcel Marceau (el Marceau lo tomó de un heroico general del siglo XVIII), ha paseado recientemente su arte por Extremadura. Y muchos aún recuerdan la primera vez que vieron a Marceau, hace la friolera de 35 años.

Hijo de un carnicero al que le gustaban la poesía y el teatro, a Marceau se le despertó la pasión por el mimo viendo a Charlot. "Si este hombre resulta tan fascinante --confiesa que pensaba de Charles Chaplin-- es porque expresa cantidad de cosas sin hablar".

Después de combatir en la guerra mundial, fue un actor convencional hasta que, en 1947, se especializó en el género mímico. Como maestro tuvo a Etienne Decroux, que le enseñó mucho, aunque él reivindica sus aportaciones: "Decroux ideó 30 posiciones para las manos y yo añadí 200 más". E inventó el personaje de Bip, una mezcla de Pierrot (suya es la máscara blanca), Charlot y el idealista Quijote que "se pelea con los molinos de viento de la vida". ¿Qué hace el octogenario Marceau para seguir al pie del cañón? "Me mantengo gracias al mimo y a la genética: mi madre alcanzó los 94 años; mi padre murió más joven porque le enviaron a Auschwitz". Y confiesa: "A mí gustaría morir en el escenario".