Al comienzo del año, aparece en el calendario el 20 de enero, festividad de los Santos Mártires. Cáceres celebra la primera de sus romerías anuales y mucha es la gente que acude al Paseo Alto, el parque más antiguo de la ciudad, con una extensión aproximada de 37.000 m2, que fue lugar de encuentro durante años por ser un entorno agradable y muy romántico; era el lugar elegido durante gran parte del siglo pasado porque era un lugar amable para pasear y encontrarse en las tardes otoñales.

Es el Paseo Alto un lugar que goza de un agradable microclima (fruto de una arboleda muy consolidada) a la que se une una ubicación elevada, que le aporta unas hermosas vistas. Sobre el oeste de la ciudad (desde la Sierrilla y el Parque del Príncipe hasta la ciudad antigua); por el norte, con la vista de esa populosa barriada de la Mejostilla y la Ronda Norte; hasta el noroeste de la provincia y las Sierras de Gata y Gredos). La vegetación existente consta de árboles (eucaliptos, olmos y acacias) en el paseo de entrada, un pequeño espacio usado antiguamente como vivero, en el que pueden encontrarse palmeras canarias, estando el resto poblado de encinas sobre pastos naturales y eucaliptos en alineaciones sobre los viales.

La Fiesta de los Mártires, en la ermita de su nombre, a la que cada año acude una cuantiosa concurrencia de gentes procedentes de la ciudad y sus alrededores, que degustan los tradicionales productos de la tierra, roscas de anís, coquillos y otros dulces, además de la patatera, (nuestro exclusivo y rico embutido) acompañada de un vino también de las pitarras extremeñas. Todo ello, una vez concluida la misa que oficia el párroco de San Blas, parroquia de la que depende la ermita, que por cierto estuvo originariamente ubicada en el lugar que actualmente ocupa la Plaza de Toros cacereña y cuyo nombre es 'Era de los Mártires'.

También en el centro de la bandeja frente a la ermita deleitan con sus bailes y canciones grupos de bailes regionales que dan brillo y color a tan querida fiesta.

ESTA FIESTA tan entrañable me dio la oportunidad, durante mis doce años de alcalde, para encontrarme con las personas a las que solamente de vez en cuando coincides a diario. Y quiero volver a testimoniar el reconocimiento a quienes hacen posible que la fiesta transcurra con éxito cada año. Junto a doña Juana Franco , (quiere que la llamen Juanita ), a la que desde aquí deseo pronto restablecimiento, está Pedro Muriel Martínez y los miembros de la Cofradía de la Salud, que han sido los protagonistas este año de 2015 en la organización de todo, junto a la Concejalía de Festejos del Ayuntamiento de Cáceres, con su concejal al frente, nuestro querido amigo José María Asenjo , al que de largo le viene la experiencia en estos menesteres desde la Caja Duero, bajo la responsabilidad del cacereño, que nació en Sierra de Fuentes, Cacereño de toda la vida , Domingo Nevado Guerra , que ejercía la función de director regional de dicha Caja.

Con ellos, desde aquí he querido apartar lo que es el hartazgo de cada día, la corrupción, los nuevos "salvadores de la Patria", abanderados de un viejo y trasnochado populismo y homenajear a quienes de verdad están ahí, como han estado en esa Ermita de los Mártires del Paseo Alto cacereño.