El Partido Popular del Ayuntamiento de Mérida, está falto de creatividad organizativa para determinar cuáles son los elementos necesarios para ir haciendo ciudad. Mérida urbanísticamente es un caos. Desde hace tiempo se está viendo un desorden urbanístico y de servicios por no planificar bien los trabajos que se realizan. Se están echando de menos obras importantes y necesarias para que determinen cómo va a quedar nuestra ciudad. Los vecinos --porque con nosotros no cuenta-- somos los que tenemos que estar continuamente denunciando la falta de elementos necesarios e indentificándolos para que el gobierno de Mérida, ¡por lo menos!, intervenga para realizarlos. Las urbanizaciones nuevas están fuera del sentido común de la configuración de una ciudad estructurada, y sus distanciamientos ofrecen un aspecto poco sintonizador y acogedor para la expectativas de sus vecinos y de los inversores. Las nuevas urbanizaciones, se están construyendo enraizadas a unas vías tradicionales que están sobrecargadas por el tráfico tan inmenso que tienen que soportar. Han edificado sin tener en cuenta la creación de nuevos enlaces de acceso a la ciudad para distribuir mejor la circulación; sobre todo, ahora que están provocando el mayor caos circulatorio, por no haber previsto con anterioridad unas infraestructuras urbanísticas adecuadas, para solucionar estos problemas. Hoy Mérida es una ciudad que no ilusiona y provoca inseguridad a los vecinos por el enfrentamiento diario que tienen con los obstáculos improvisados que les pone el ayuntamiento. No se puede trabajar siempre sobre lo mismo y sobrecargarlo, es necesario identificar el crecimiento que debe tener Mérida, porque resulta que si no lo saben, quizás las obras que están realizando y sobre todo, en algunas avenidas, no se adapten después al proceso estructural y vial que necesita para hacer una ciudad bien organizada.

Manuel Jiménez Martínez **

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