La preciosa finca Los Guateles, en la localidad cacereña de Aliseda, se convertirá muy pronto en la casa donde Miguel Báez Spínola Litri (Madrid, 8-9-1968) compartirá su vida con Carolina Adriana Herrera, hija de la musa del diseño venezolano, Carolina Herrera. Litri , prestigioso y reconocido matador de toros, pasó sin quererlo en los 90 a ser protagonista del papel couché por los rumores de sus amoríos más que por sus hazañas en el coso taurino, que han sido, y muchas.

Sin embargo, con el tiempo, el joven ha sabido alejarse de las indigestas salsas rosas para convertirse en un torero respetado, que se caracteriza por su humildad, su humanidad y su deseo de pasar inadvertido. Desde 1995 Aliseda le ha dado el refugio y el anonimato que un personaje como Litri siempre ha buscado. Lo mismo se le ve charlando con los vecinos del pueblo que presentando el festival benéfico taurino que desde hace cinco años organiza con el empresario Antonio Sánchez Cáceres y que sirve para recaudar fondos en pro de los ancianos impedidos.

Litri debutó con picadores en Gandía (Valencia) en 1986. Un año después, en Nimes (Francia) tomó la alternativa de la mano de su padre como padrino y con Paco y Rafael Camino como testigos. Ahora prepara otra gran faena: su boda con Carolina. Si la celebra en Los Guateles saldrá, sin duda, por la puerta grande.