Dramaturgo

Después de los muertos, de los ataques preventivos, de los accidentes con víctimas y aviones chapuzas, de los funerales y de toda esta mierda belicista que alienta la lucha del "bien contra el mal", resulta que los culpables somos los que nos oponemos a la guerra. Somos los culpables por oponernos a que el presupuesto militar sea mayor que el dedicado a educación, somos culpables por salir a las calles y llevar pancartas cuando la mayoría vota a los que no salen ni llevan pancartas, somos culpables por pensar de forma diferente a Bush cuando Bush condecora a nuestros presidente, somos culpables por usar la ironía cuando la ironía sólo ha sido el aviso de los militares fallecidos a sus familias diciendo que el avión que los iba a matar era una mierda, somos culpables por pensar que el mundo puede ser distinto porque el mundo es como es gracias a una mayoría globalizada. Ahora dicen que somos culpables, mañana lo plasmarán en el BOE, pasado mañana lo aplicarán en los tribunales y en el futuro será delito grave, pecado y causa de excomunión civil y religiosa. Pero no somos culpables, que no se engañen. Podrán hacernos culpables, señalarnos con el dedo, perseguirnos de oficio, pero no tendrán razón porque además de la guerra existe la paz, porque quitar las minas que ellos siembran puede hacerse con monos de trabajo y sin uniformes militares (y que conste mi homenaje agradecido a los militares que realizan tareas civiles y dan su vida por ello) porque curar las heridas de guerra se puede hacer en hospitales dignos de ese nombre y no en buques de guerra, porque desde que el mundo es mundo, un ejército que llega a otro país, es un ejército de ocupación sin más.