La normalidad dominó la celebración ayer de la fiesta nacional. El desfile militar de las Fuerzas Armadas, que se celebraba este año con una ministra de Defensa socialista, Carme Chacón, transcurrió, como es habitual, con la presencia de los Reyes de España, del presidente del Gobierno y de las primeras autoridades. Las únicas notas fueron la supresión de algunas maniobras aéreas por el mal tiempo y el interés despertado por el líder del PP, Mariano Rajoy, al que pocas horas antes un micrófono indiscreto jugó una mala pasada al captar que se refería al desfile como un "coñazo".

La recepción en el Palacio Real transcurrió también con normalidad aunque con dos datos significativos. El primero es que el Rey se refirió a la crisis económica como una gran preocupación. El segundo, que el presidente Rodríguez Zapatero no pudo asistir a la recepción por estar en la Moncloa preparando la cumbre del Eurogrupo, destinada a articular una respuesta europea a la crisis, que se celebró en París ayer por la tarde. Así, la normalidad --y la preocupación por la crisis económica-- caracterizó la celebración de ayer.