Un año más, la indolencia de los adultos, autoridades incluidas, está permitiendo que nuestros campus rebosen de jóvenes carapintadas en cordada, más propios de un campamento de verano de película americana, que de una Universidad y una ciudad que pretenden ser innovadoras, europeas y avanzadas.

Se mezclan además, ante la pasividad general, el alcohol, los huevos, las pinturas, las aglomeraciones, las coacciones, la suciedad de la vía pública, los gritos-, todo ello valores muy universitarios , por cierto.

¿Qué está sucediendo para que, en pleno siglo XXI, nuestros jóvenes necesiten estos mecanismos para integrarse? ¿No existen ya jornadas de acogida, como la que tenemos los próximos días, para lograr dicha integración? ¿No es más razonable hacer cumplir la prohibición que desde el vicerrectorado de estudiantes, año tras año, se lanza a los centros?

El mercado laboral es tozudo: Ninguno de los 2.500 puestos de trabajo que se han creado en lo que va de año desde la Universidad busca otro perfil que no sea el esfuerzo, la capacidad de trabajo en equipo, el estímulo intelectual, y el entusiasmo. Poco estamos apostando por nuestros jóvenes si, desde sus primeros momentos, no les ayudamos a dar valor a sus años en la Universidad.

Poco favor hacemos a nuestros jóvenes, si no les hacemos ver desde todas las instancias que estas conductas pueden tener cierto significado (pasarlo bien, conocer gente en un ambiente más o menos informal, divertirse-), pero, desde una perspectiva más profunda, basta rascar un poco la superficie para demostrar que carecen en absoluto de sentido . Absentismo, alcohol, suciedad- y, desde el primer día de curso, todo lo que te aleja de una vida universitaria con mayúsculas.

Nuestra Universidad necesita la colaboración de toda la sociedad para prestigiar las titulaciones, las prácticas, para consolidar el futuro laboral, para potenciar las habilidades y para demostrar actitudes de servicio en nuestros jóvenes. Los mismos universitarios que ahora instigan estas prácticas mañana mismo tendrán que pasar por caja en el mercado laboral. Ayudémoslos a encontrar el sentido a todo lo que hacen, empezando por estos primeros días de curso, salpicados de contrasentidos.

*Director de Relacionescon Empresas y Empleo de la Uex