El lector ya conoce esta historia: el ministro de Defensa, Federico Trillo, convoca una rueda de prensa y, cuando una periodista le hace una pregunta sobre las supuestas armas de destrucción masiva que había en Irak, el ministro se saca un euro del bolsillo y se lo envía a la periodista. Dice que tenía la moneda preparada para quien le hiciera esa pregunta. Qué graciosillo, este Trillo.

¿Puede ser ministro un hombre capaz de hacer estas memeces? Claro que sí, si este ministro está de acuerdo en enviar al infierno de Irak a un grupo de soldados españoles. Si cree que puede enviar hombres a la guerra, ¿cómo no habría de parecerle insignificante enviar un euro a una periodista? Qué pillo este Trillo, que dijo "A usted le ha tocado un euro". ¿Y los periodistas no se fueron, ofendidos? Si yo fuera la periodista, enmarcaría el euro junto con una foto del ministro y un texto que rezara: "Regalo del ministrillo".

*Periodista