Los comerciantes de la cacereña calle Paneras (en la foto) estaban organizándose contra las obras de canalización de la acometida del gas ciudad. Consideraban que el comienzo de la obra, que en principio estaba previsto para el lunes pasado y se pospuso para el próximo, día 15, era malo para sus negocios al hacerlo coincidir con temporada alta comercial. En consecuencia solicitaban al ayuntamiento un calendario nuevo que tuviera en cuenta esta circunstancia. Finalmente, y tras la mediación del concejal de Obras, Miguel López, la empresa del gas y los comerciantes han llegado al acuerdo de que estos elijan cuándo se levanta la calle y, lo que es tan importante, que los trabajos de canalización duren únicamente tres días.

En este asunto había intereses contrapuestos, y legítimos, que conciliar: los de los comerciantes, que viven de la clientela, que prácticamente desaparece cuando una calle está en obras, y los de la empresa del gas, que tiene una licencia y que ha de llevar su propio ritmo. Afortunadamente, ha habido entendimiento entre todos. Un episodio este que pone de manifiesto que el diálogo siempre trae cuenta. Y que si el ayuntamiento pone voluntad para lograr un entendimiento entre partes enfrentadas está haciendo ciudad.