Iñaki Gabilondo se anticipó al debate parlamentario sobre el accidente de aviación en el que murieron 62 militares y pidió análisis general. Se apuntó primero José María Ridao: "El modo de gestión del Estado que estamos viendo en toda Europa se puede discutir si es eficaz o no, si afecta a la seguridad o no; lo que sí se puede afirmar es que ese modo de gestión impide que se identifique la responsabilidad. Eso acaba provocando la falta de confianza de los ciudadanos en sus gestores. Si el avión fuera español, se habrían depurado mucho mejor las responsabilidades". Le matizó Javier Pradera: "La gestión del Estado la hacen un Gobierno y un partido. Lo que está ocurriendo pasará a la ciencia política como el efecto PP en el terreno de las comunicaciones". Enumeró los capítulos a estudiar: "Primero, ocultar lo más posible los hechos molestos. Segundo, deformar la interpretación de esos hechos para limar todas las aristas posibles. Y tercero, endosar la responsabilidad a terceros. De un momento a otro van a aparecer los socialistas como responsables del accidente de Turquía". A modo de divisa, resumió esas prácticas del PP: "Ocultar, deformar y desviar".

Algo más comprensivo fue Fernando Fernández: "En este mundo tecnificado, el factor humano es esencial. No hay ninguna inversión o gasto que al final no dependa de la gestión del hombre". Pero acabó asumiendo que eso era poco: "Con independencia de la causalidad, en este país estamos poco acostumbrados a que los líderes políticos asuman sus responsabilidades y se planteen dimitir".