TEtl deslumbrante Pedro Sánchez es el "orixe", origen en gallego. Mira que suena bien el gallego. Me sedujo a mí la palabra tristura, y también morriña que siempre es menos morriña si se pronuncia gallegamente. Esto es, dulcemente.

De tanto bucear estos días en el orixe del Orixe, el restaurante madrileño donde un despampanante Pedro Sánchez cenaba con amigos, he descubierto que los gallegos disponen de hasta setenta palabras para designar la lluvia. Cuánta belleza encierra el juego de las onomatopeyas. Froallo es lluvia pequeña, babuña es lluvia débil porque refleja el sonido de los bebés cuando todavía no hablan. Los gallegos también usan la palabra patiñeira para referirse a la lluvia porque imita el sonido del caminar entre charcos, ballón es golpe de lluvia fuerte...

Arroiada, bátega, chaparrada, o cifra son precipitaciones con fuerza. Treboada, troboada, torbón y trebón hablan de rayos y truenos. Cuando la nieve y el hielo acompañan, se da el auganeve, cebrina, escarabana, nevarada o la sarabiada. Si la neblina está presente, aparecen la borraxeira, brétema, cegoña, fuscallo y la néboa... Amizar, delampar, escambrar o estear, son para cuando escampa.

Bien, pues en el PSOE ha escambrado gracias al fulgurante carrerón de Pedro I el Potente. Los socialistas hallaron la rosa de los vientos entre las manos de esta esbelta figura, cuya complexión alargada se ha dibujado allende Los Pirineos. Sus dos metros de carne trémula han sembrado un mural oloroso de rosales desde Ferraz hasta Bruselas pasando por Madina y Jáuregui . Las manos de Pedro I el Potente llevaban rosas cargadas de espinas para evitar estrecharlas con las de Mariano Rajoy . Nada que ver con el Bambi del descalabro y la zapatiesta. Nada ver con nadie, Pedro es el orixe.

XEL POTENTE,x vio la luz en Orixe, donde el Madrid de Los Austrias, Cava Alta y Cava Baja, al calor de tortillas jugosiñas, empanadas a nosa feira, raxo, choco y xubas. Llovía por entonces en un PSOE descabalgado a la intemperie, rubalcanizado y hecho trizas, un des-PSOE, una pena... pero ya en las entrañas madrileñas, Cava Alta Cava Baja nacía un liderazgo que lanzaba flechazos a su paso.

Pedro I el Potente, el orixe tras la hecatombe socialista, ha llegado para quedarse un tiempo largo y llega justo al tiempo del revuelo electoral, cuando ya no hacen falta campañas ni algaradas mitineras ni programas ni días de reflexión. Pedro es el kilómetro cero de un erial en el que todo está por escribir.

Y Arriola , que no es lluvia en gallego, es otro Pedro, pero éste del PP, le ha dicho a Rajoy que arreando unas elecciones, que hay prisa que hay mucha gente en la cola de las urnas, que si Susana , que si Pedro el Potente, que si Pablo el que ha sacado a Esperanza Aguirre del letargo, que si Albertito el pupilo de Cayo , que si esta España me la han cambiado Soraya ... Pobre Mariano embutido en la cápsula de un tiempo que ya no es el suyo. El gallego, aún así está tranquilo, es calmo y parsimonioso, lento en cólera y pacato en derroches verbales. Deambula por Moncloa ensayando poses de nuevas generaciones, pero el tic tac de Arriola le dice que "no va más, señores", que el personal se ha cansado de ver cómo siempre gana la Banca.

¿Arriolando? Extremaduramente, Arriola podría servir para designar lluvia popular, que viene siendo esa lluvia fina que ya moja algunos despachos. Arreando unas elecciones, le susurra Arriola al relajado Mariano en su gaznate, arreando y deprisa que vienen unos cuantos arrasando el jardín de las delicias, no podemos esperar más, Arriola sic.

Hasta las momias empiezan a salir de sus armarios excitadas por el encanto seductor de Pedro I el Potente, se dice por ahí que Vara resucita de energía al ver a su des-PSOE nuevamente vivo y coleando. Que en las izquierdas deviene mar gruesa a fuerte marejada. Que Iván no da tregua. Yo mientras tanto voy a comprar palomitas para visionar cómodamente el potente serial que nos anuncian..."Orixe". ¡Próximamente en todos los cines!