El pasado día 3, el actor Javier Bardem, como portavoz de la plataforma Todos con el Sáhara , acudió al palacio de la Moncloa para entregar las 230.000 firmas recogidas para pedir "que España lidere la búsqueda de un solución pacífica y justa a un conflicto que nos afecta directamente". A la salida Bardem respondía a una serie de preguntas a los periodistas. Una de su repuestas fue. "El Rey debería tratar con su homólogo marroquí el tema del Sáhara". A pesar de la magnitud de la masacre, el Rey no volverá hasta el domingo de un país invitado. A su vez, la ministra de Asuntos Exteriores Trinidad Jiménez, también ha puesto tierra de por medio y se encuentra en América.

El posicionamiento del Gobierno español apoyando a Marruecos, además de vergonzoso, es ilegal. España tiene una responsabilidad directa con el pueblo saharaui. La ONU considera a España la potencia administradora del Sáhara Occidental. Y sin embargo echa agua al fuego provocado por Marruecos. Y como siempre, Zapatero con cara compungida dirá: "Lo lamento profundamente". Mientras, la sangre de inocentes se sigue derramando por las calles de El Aaiún. Que nadie crea que es imbecilidad política, en absoluto. Detrás de todo esto hay intereses muy fuertes.

Y termino con tres preguntas: ¿Por qué Zapatero en el último instante ha largado a Moratinos? ¿Va a ir Zapatero a El Aaiún a supervisar que las armas españolas que vendió a Mohamed VI no están siendo usadas contra civiles desarmados?

Y la pregunta del millón que hace tiempo nos hacemos: ¿Qué esconden el Rey y Zapatero? ¿Por qué son esclavos políticos de Mohamed VI? ¿?

José Gordón Márquez **

Azuaga