WQwue un 46% de los ciudadanos españoles piensen que el nuevo Estatut de Cataluña pretende romper España, como señala el sondeo que ayer publicó EL PERIODICO, es un dato inquietante que explica en buena parte el clima de crispación política que, por desgracia, se ha abierto paso en el país. La encuesta, realizada por GESOP tras la aprobación del proyecto por el Parlamento catalán, demuestra la muy distinta percepción de la realidad catalana dependiendo de si la muestra se reduce a esta comunidad o bien se amplía a todo el Estado. Baste un dato: sólo un 18,9% de los españoles consideran que Cataluña es una nación, frente al 51,1% de los catalanes.

Resulta evidente que el esfuerzo pedagógico que estos días realizan los líderes de los partidos catalanes es insuficiente, tal vez porque su mensaje tiene difícil calado en el resto de autonomías. Los recelos sobre las intenciones de los partidos catalanes revierten claramente en la intención de voto de los españoles.

Es muy significativo que la cómoda ventaja de 3,9 puntos en intención de voto que llevaba el PSOE al PP en junio se haya reducido ahora a 1,3 puntos. Cómo se resuelva en el Congreso el debate del Estatut será posiblemente el punto clave para las próximas citas electorales.