El motivo residual para el fomento de la crispación se les está hundiendo también a los crispadores, agrupados en torno a la ideología de la ultraderecha, lindante con pensamientos que trajeron mucho dolor y tragedias en el siglo XX. Fracasados con el España se rompe, la genuflexión ante ETA, la destrucción de la familia y otras historias para no dormir, trataban ahora de colocar ahí la asignatura de Educación para la Ciudadanía, con el protagonismo del sector ultra del PP y de una parte muy significativa de la Iglesia y de los teóricos de la educación en esos pagos. Y ahora ven con estupor que el presidente de la Conferencia Episcopal, monseñor Blázquez , capitanea al sector eclesial que se opone a cualquier medida de fuerza o de objeción de conciencia contra la implantación de la asignatura, y que la misma actitud adopta nada menos que la FERE, Confederación Española de Religiosos de la Enseñanza, la gran patronal católica. En ambos casos y otros más, prevalece el respeto democrático a la ley, aunque se discrepe de ella.

Esta mañana he oído algo increíble a un representante del lado duro, creo que de la Concapa, que compara la implantación de la asignatura con la imposición por el franquismo de la manipuladora e ideologizadora materia de formación del espíritu nacional. La comparación no sólo es en extremo ofensiva, sino muy torpe y provocadora. Incita a recordar que de esos mismos sectores de pensamiento venía un denodado apoyo al sistema franquista de educación y de adoctrinamiento de los indefensos ciudadanos, que carecían de cualquier cauce de expresión de sus posibles disidencias. Ahora se trata de una decisión democrática respetuosa con la libertad y que trata de transmitir a los pequeños ciudadanos el espíritu de la democracia y de la Constitución. En aquel tiempo lo que se hacía era violar todas las libertades y tratar a los ciudadanos como borregos sin derechos. Pero la ofensiva, como digo, ha pinchado por la parte más sana del pensamiento conservador. ¿Seguirá el PP diciendo que la asignatura es el manual del buen socialista?