TUtn informe elaborado por dieciséis agencias de seguridad e inteligencia norteamericanas, coordinado por el embajador John Negroponte , que no es precisamente una paloma , ha determinado que la situación del terrorismo es más preocupante hoy que antes del atentado del 11-S y que la guerra de Irak ha sido una importante baza para la red de terrorismo de Al Queda. Este documento, que ha sido parcialmente desclasificado por el presidente George Walker Bush , después de que un periódico norteamericano hubiera dado cuenta de su contenido, establece un catálogo de errores de la política norteamericana en su lucha contra el terrorismo que en vez de debilitar esta amenaza, ha terminado por favorecerlo.

La dureza de la guerra de Irak, las cárceles de Abub Grahib y de Guantánamo y los vuelos secretos de la CIA para trasladar personas secuestradas entran dentro del tipo de conductas realizadas por la administración norteamericana que constituyen un bálsamo para la causa del terrorismo islamista y un motivo para que sus oficinas de reclutamiento en todo el mundo reciban adhesiones.

Lo lógico, ante la evidencia de estos hechos, sería un cambio de estrategia. Ha ocurrido todo lo contrario. El Congreso y el Senado norteamericano están siendo testigos de una reafirmación en la línea dura de la política norteamericana que está convalidando las prácticas contrarias a los derechos humanos que seguirán permitiendo la detención de sospechosos sin intervención judicial por tiempo indeterminado y la utilización de tribunales militares de carácter excepcional para enjuiciar sin garantías a los sospechosos de terrorismo.

En medio de la dialéctica sobre las relaciones con el universo del Islam, convendría que fuéramos conscientes de que ninguna cosa se puede abstraer de la sensación que se percibe en ese inmenso territorio cultural de la injusticia de la que son objeto todos los sospechosos de terrorismo. Si estas prácticas favorecen el crecimiento del fundamentalismo islámico y la sensación de incomprensión e injusticia parece entupido seguir empecinados en ese error.

*Periodista