TEtn el Ayuntamiento de Plasencia, la corrupción supuesta que nos arrojan a la cara es en verdad para reflexionar. Me refiero al decreto de pago de 59,68 euros por mandar a un concejal a una manifestación. O sea, que te tienes que pagar tú lo que los demás te exigen. O bien, si tienes que ir a presidir un campeonato en representación de tu ayuntamiento, pues lo mismo. Creo que lo que se nos propone desde Plasencia es muy interesante, porque por esa razón los presupuestos, para qué. Es mejor dividir el gasto entre los munícipes, y por ejemplo, urbanismo se paga los baches y los arreglos. Las fiestas, para el concejal de Festejos, con la obligación de estar borracho las 24 horas. Balones, botas, espinilleras, etcétera, para el de Deportes. El de tráfico igual: si tienes que ir a Salamanca a ver dónde se colocan los pivotes, pues se los paga con la gratificación de una extraordinaria en su trabajo particular... Y así un largo etcétera...

A nivel de Estado, igual. Si la policía pide aumento de sueldo, el ministro se mete a chapero varios meses; en Educación, igual. Si no hay para calefacción, la ministra vende su palacio de Trujillo. En fin, lo que se dice terminar con los aprovechados como en Plasencia.

Plasencia tiene que regenerarse, porque regenerándose Plasencia, se regenerará España, Plasencia y todo el género humano. Quién nos lo iba a decir. Porque ahora Bush se lo debe de estar pensando con este ejemplo. Resulta que hace una guerra, y encima tienen que ponerle dinero. Antes las guerras eran para lo que eran. Después de Plasencia, todo será distinto gracias a la portavoz del PP, que en lugar de Victoria debería llamarse Iluminada Domínguez.

Cubillas el generoso defensa del Mérida, adelantó 45 euros para que su equipo pagara la factura del hotel en Sevilla. Como debe ser. ¡Qué gran corazón!

*Escritor