Según el BBVA, el precio de la vivienda caerá este año un 10%, y un 12% en el próximo. Esos descensos, sumados al 7% que ya arrastramos, se aproximarán al 30%. Dando por buenas estas predicciones, un piso que en el año 2008 costaba 300.000 euros, en el 2010 debería costar 210.000 euros; o sea, 90.000 euros menos. Si tenemos en cuenta que el recibo mensual de una hipoteca de 300.000 euros a 30 años (con el euríbor actual) es de 1.130 euros al mes aproximadamente, resulta que en dos años se ha pagado un total de 27.120 euros.

Con cálculos tan simples, y aceptando la predicciones del BBVA, hoy es más interesante entregar las llaves del piso al banco que te dio el préstamo, aun perdiendo ese dinero, que continuar pagando y comprar el mismo piso o uno semejante dentro de un año. De esta manera se ahorran 60.400 euros. No es de extrañar, pues, la morosidad existente y que los bancos tengan en cartera una gran cantidad de pisos por impago. De alguna manera fueron ellos los causantes de la inflación de los precios al otorgar hipotecas por encima del valor real del mercado.

A. Velasco **

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