Por segundo año consecutivo, el Partido Popular de Extremadura ha demostrado que ser oposición no significa ser un obstáculo. Ni siquiera el recuerdo demasiado reciente del trato recibido por Fernández Vara y por la bancada socialista en la legislatura anterior ha conseguido minar nuestro compromiso con los extremeños, que no es otro que construir región desde la responsabilidad que se nos otorgue.

El revanchismo no es nuestra opción. Nuestra decisión de salvar las cuentas de Fernández Vara de su primer escollo --la enmienda a la totalidad de los presupuestos presentada por Podemos-- es una prueba de que cuando el diálogo es sincero y la voluntad de ceder es auténtica --y este año lo ha sido por parte de la Junta-- no hay motivos que justifiquen un bloqueo.

No son nuestros presupuestos, pero con el diálogo hemos conseguido que tampoco sean los presupuestos del PSOE. Siendo sinceros, reconocemos en las cuentas de 2017 mucho del espíritu de los presupuestos 2016, que fueron los presupuestos del acuerdo y, por eso, hemos entendido que deben mejorarse por la vía de las enmiendas parciales y en ese trabajo estamos concentrados. No había motivos para devolverlos a la Junta para que empiece el trabajo desde cero.

La política de hoy, donde apenas hay mayorías absolutas, debe traducirse en aportar y sumar. Y eso mismo es lo que hicimos con las cuentas que están en vigor, llegando a acuerdos que a nuestro juicio eran decisivos para la vida de los ciudadanos. Nuestras aportaciones fueron muy claras: no a la subida de impuestos --hoy habrían subido en 80 millones de euros los impuestos sin la labor del PP--, sí a las inversiones productivas que generan empleo, sí a los proyectos de regadíos, sí a los nuevos hospitales de Cáceres y Don Benito-Villanueva, sí a los autónomos...

Es cierto que ha habido incumplimientos por parte del gobierno de Fernández Vara, que no ha ejecutado esas cuentas como debía. Pero de nada sirve romper la baraja, pegar un golpe encima de la mesa y levantarse, eso no ayudaría a los extremeños ni a la balanza de sus necesidades. En lugar de recurrir al NO es NO, lo que hemos hecho es negociar mecanismos de control para garantizar el cumplimiento de lo que se acuerda y también blindar las inversiones para que no se modifiquen. Son dos premisas inéditas que hemos negociado con la Junta de Extremadura y cuya aceptación ha sido fundamental para tomar nuestra decisión.

Las negociaciones no son solo lo que sale en TV, se inmortaliza en una foto o se anuncia a bombo y platillo. Son llamadas, conversaciones, horas de reuniones y mucho trabajo que no se ve. Y estas negociaciones han permitido esta semana no solo que los presupuestos salven el obstáculo de la enmienda a la totalidad de Podemos, sino también que los extremeños puedan tener la certeza de que pagarán la mitad del canon del agua, a partir de 2018, después de que el PP consiguiera frenar las intenciones socialistas de no reducir ya este impuesto.

Hacemos política día a día, identificando problemas y aportando propuestas y soluciones, haciendo región, sumando desde la oposición. Renunciamos a grandes puestas en escena y a elocuentes titulares. No estamos para eso, estamos para arrimar el hombro como otros debieron hacer cuando se les necesitaba y solo estaban para torpedear esta región. Nada está dicho todavía, pero los extremeños pueden estar tranquilos. Para el PP, siempre, lo primero es Extremadura.

* Diseñadora gráfica y diputada del PP