Periodista

JUAN. Extremeño de casta, con principios, que ejerció de formador desde la tribuna de instructor de juventudes. En el teatro de la vida desempeñó un papel de padre-educador con una gran responsabilidad y eficacia, que ya quisiéramos ver hoy en día en los modernos centros de enseñanza públicos o privados. Decía Juan a sus alumnos: "Lo importante es formarse para la vida y eso no se consigue sólo estudiando o aprendiendo el oficio, hay que saber comportarse, hacer amigos, ser respetuoso en casa, dar ejemplo de comportamiento cívico en la calle y practicando cualquier deporte..."

SERRANO. Más que serrano era un pata negra con denominación de origen. Los avances en el tratamiento integral del deporte como parte fundamental de la educación y el desarrollo, debieron nacer con él en Cáceres y nuestra provincia tuvo un papel destacado, en toda España, en la modernidad de hace 40 años. Los botellones de entonces los hacíamos en la casa del deporte. Seguir su actividad diaria era poco menos que imposible para el equipo que dirigía. Desde aquella insuficiente casa del deporte, llena a rebosar cada noche, se planificaba una multitudinaria actividad deportiva programada, controlada e increíble, que llenaba la ocupación juvenil y adulta de los fines de semana.

MACAYO. En la más amplia etapa de su vida, fue persona tan grande y fuerte como el moncayo que casi llevaba en su apellido. Hombre del seiscientos , marinero de tierra adentro, primer promotor español de deportes náuticos desde Extremadura... Pero sobre todo fue maestro, en el mejor significado de la palabra, de cientos de muchachos como yo. ¡Ah!, recuerdos a Chiri.