WEwxtremadura viene demandando, desde hace veinte años, la conversión en autovía de la N-630. Precisamente ayer hubo en el Senado un cruce de datos entre la ministra de Fomento, Magdalena Alvarez y el presidente del PP regional, Carlos Floriano , a cuenta de lo que cada gobierno, si del PP o del PSOE, ha hecho por acelerar las obras de esta carretera. Discusiones de consumo partidista antes que de provecho para los ciudadanos, a los que les preocupan más informes como el de siniestralidad en las carreteras elaborado por Tráfico, que coloca la seguridad entre las razones para que la Ruta de la Plata se desdoble cuanto antes. Y es que es la carretera que tiene más puntos negros de la región: 6 de los 14 registrados. Casi la mitad de los accidentes con víctimas (22 sobre 25) que tuvieron lugar en ese mapa de trayectos de riesgo se registraron en esta carretera. Son datos que ponen de manifiesto que la N-630 es la más peligrosa de la comunidad. El hecho de que la A-5 (Autovía de Extremadura) tenga sólo 2 puntos negros desde Badajoz a El Gordo (dos glorietas a la salida de Mérida) revela la diferencia, en seguridad, de una autovía frente a una carretera nacional y la necesidad de que la A-66 sea, cuanto antes, una autovía desde Baños de Montemayor a Monesterio. Pero esto no ocurrirá hasta el 2008.