Los cacereños hemos tenido la gran suerte de que la guardia civil de tráfico ha cedido a la policía local un radar móvil último modelo, que cuesta más de 60.000 euros, para que pueda patrullar por nuestras calles, y además estamos esperando un segundo vehículo, con el que se conseguirán barrer muchas más calles y de esta manera hacer un diagnóstico del tráfico en nuestra ciudad. Es, como digo, una suerte que Cáceres disponga de estos vehículos tan especiales, que sin duda permitirán a los agentes del orden público conocer en profundidad la situación real del tráfico en nuestra ciudad.

Espero que al final de su estancia en Cáceres puedan emitir un informe que ayude a nuestras autoridades a tomar medidas que mejoren el tráfico, de modo que consigamos una circulación más segura y fluida, evitando atascos y las molestas emisiones que estos producen.

NO SOY yo de esos ciudadanos mal pensados que creen que los nuevos vehículos solo pretenden recaudar dinero a base de poner multas y sanciones a aquellos cacereños que sobrepasan la velocidad permitida, hablan por el móvil, viajan sin cinturón de seguridad o incumplen cualquiera de las restantes normas de tráfico. Creo que cuando nos lo han anunciado a bombo y platillo como una gran noticia se debe a que, además, deben venir para llevar a cabo campañas de educación vial, detectar la existencia de puntos negros en el tráfico de la ciudad, varios con el triste récord de sobrepasar la decena de accidentes, algunos extraordinariamente graves, que han supuesto la pérdida de vidas humanas u ocasionado graves lesiones, y que, finalmente, conociendo en profundidad estos problemas, se tomarán medidas para tratar de eliminar estos puntos que tanto dolor causan.

Las autoridades saben perfectamente que existen medidas que van más allá de la reducción de la velocidad y que son más eficaces; se me ocurre la colocación de setos vegetales, en las medianas y en los laterales, que eviten que los ciudadanos puedan cruzar por cualquier lugar, al mismo tiempo que trabajamos por garantizar su protección en los pasos establecidos.

Imagino que también se dirigirán a esos ciudadanos que, provistos de auriculares o cascos, transitan por la ciudad disfrutando de su música favorita o mantienen animadas conversaciones por el móvil, mientras pasean tranquilamente por los escasos kilómetros de carril bici que tenemos en la ciudad, olvidándose que estas vías no son itinerarios de paseo, sino vías de circulación para determinados vehículos como las bicicletas.

EN LA MAYOR parte de las ciudades europeas esto no es normal poder hacerlo, y quien lo infringe corre el grave riesgo de ser atropellado o denunciado; solo si hacemos que los carriles bici sean útiles para la circulación, y no solo para el paseo, conseguiremos que los ciudadanos los utilicen con normalidad. Espero que los agentes puedan informar a nuestras autoridades de los problemas circulatorios que detecten y de sus posibles soluciones. Pero si en lugar de hacer esto que sugiero, lo único que se les ocurre es denunciar a quienes sobrepasan en dos o tres kilómetros por hora la velocidad límite que muchas veces es establecido de forma arbitraria, o a quien incumpla cualquier otra norma de circulación, yo voy a pedirles que recorran la Ronda Norte de nuestra ciudad y hagan fotos de las numerosísimas señales de tráfico existentes al borde de la carretera, deterioradas, quemadas por el sol e inservibles para su función, y a veces situadas cerca de colegios o zonas muy transitadas.

Les pediría que denunciaran al Ayuntamiento de Cáceres por incumplir la norma más básica de tráfico que es informar debidamente a los ciudadanos de las condiciones de circulación en una vía. No vaya ser que ese magnífico radar móvil que nos han prestado denuncie a alguien por no haber visto una señal que realmente no puede leerse. Quería terminar esta tribuna pidiendo también a la policía que estudie si la infracción denunciada podría llevar a la retirada de puntos del carnet de nuestros queridos gobernantes por no saber conducir como debieran los destinos de nuestra ciudad.