WLw a Junta de Extremadura ha llegado a un acuerdo con el PP y con la federación de municipios extremeños (Fempex) para impulsar un gran plan de empleo local, para el que hay destinados 48 millones de euros, además de la financiación de los propios planes locales que aprueban los ayuntamientos de cada municipio. Se trata de una de las iniciativas en las que el presidente de la Junta está invirtiendo más energías con el fin de evitar que la hemorragia de la pérdida de puestos de trabajo, que se espera que vaya a continuar el próximo año, sea lo menos grave posible.

De la intención nadie duda; de la pertinencia de hacer todos los esfuerzos necesarios para taponar esa hemorragia, tampoco. Ahora bien, convendría preguntarse qué tipo de empleo se va a crear. Puesto que si parece lógico que la Junta acelere los contratos de las obras públicas al primer trimestre y que dé prioridad a las actuaciones que más trabajo generan, no lo sería, sin embargo, que la preocupación por la crisis llevara a crear no tanto trabajo, como puestos de trabajo que, a la postre, servirían para salir de una situación comprometida, pero poco para crear tejido productivo. La patronal recomienda al Gobierno regional que congele el empleo público; los sindicatos, en cambio, apuestan decididamente por él y consideran "alarmante" la receta de los empresarios. Las dos posiciones son comprensibles viniendo de quienes vienen, pero la Junta tiene la obligación dar a los fondos que maneja el mejor aprovechamiento. Pensando en hoy y también en mañana.