Soy un padre de familia indignado, con hijos pequeños, que a lo único que me he querido dedicar en mi vida es a ganarme el pan de mi familia con mi trabajo, y eso es lo que sé hacer y he hecho durante veinte años. En mi trabajo he procurado ser cumplidor y en todo momento he considerado que me debía a los ciudadanos a los que prestaba mi servicio como conductor. Nunca en mi vida laboral han recibido en la empresa quejas de los usuarios por mi comportamiento personal o profesional. Sin embargo estoy pasando por unos momentos en mi vida realmente angustiosos debido en primer lugar a la exclusión a que me he visto sometido en la empresa en que trabajaba y en segundo lugar a las declaraciones que ante medios de comunicación está realizando el equipo de gobierno del Ayuntamiento de Mérida. No han tenido bastante con despedirme injustamente y sin argumentos, como así lo ha declarado una sentencia, sino que se ensañan realizando declaraciones ofensivas hacia mí que persiguen desacreditarme y que sin remedio están minando mi salud.
Creo que para la gerencia de Transportes Urbanos emeritenses es un inconveniente el trabajador que es fijo y no tiene ideas políticas de derechas, dado que prefieren contratar temporalmente a dos trabajadores en precario por el precio de uno fijo, destruyendo en el camino familias y personas que se han ganado sus puestos honradamente.
La prestación laboral de conductor de Autobuses Urbanos del Ayuntamiento de Mérida está teniendo actualmente un elevado índice de bajas por depresión y estrés. La Gerencia de Transportes Urbano en lugar de poner remedio a la situación se dedica a ejercer acoso sobre su personal, como ya ha sido denunciado anteriormente por algún trabajador de esta empresa.
Sólo quiero que me dejen tranquilo, no quiero problemas con políticos, ni más ofensas contra mi persona en periódicos, sólo quiero volver al que siempre ha sido mi puesto de trabajo y de donde el juez ha dicho que nunca debí salir.
Pedro Ruiz Peguero **
Mérida (Conductor de Transportes
Urbanos. Despedido.)
